jueves, 14 de febrero de 2008

eliminar el vello

Es difícil hablar de depilatorios naturales cuando la depilación en sí poco tiene de natural.

La «necesidad» de eliminar el vello depende en gran medida de factores culturales.

Así, hay países en los que las mujeres lucen sus axilas o sus piernas sin depilar sin que sea considerado antiestético, y otros en que este hecho es interpretado poco menos que como un atentado al buen gusto.

Las personas con pieles sensibles pueden tener graves problemas frente a la depilación.

Así, tras la eliminación del vello mediante el procedimiento de la cera —caliente o fría—, o la aplicación de cremas depilatorias, sufren con facilidad eccemas, quistes, foliculitis o pelos curvados.

La única solución para ellas es espaciar al máximo las depilaciones, intentar evitarlas durante el invierno, o cuando se considere que no es algo imprescindible, y realizarlas con cuchilla de afeitar, ya que este sistema agrede menos la piel.

De todas formas, conviene no abusar de este método, pues tiende a reforzar el vello. Para quienes tienen una piel normal, la cera es el método de depilación más efectivo y duradero, aunque representa un traumatismo para el folículo piloso.

Así, al realizar el obligado tirón, se produce una tracción del pelo, que con el tiempo cambia la dirección de la raíz y provoca la aparición de pelos incurvados.

En verano, cuando la piel esté enrojecida por el sol, es conveniente esperar unos días antes de aplicar cualquier sistema de depilación, ya que la piel está inflamada, y puede producirse un desagradable escozor.

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