miércoles, 12 de marzo de 2008

ARTICULACIONES Y HUESOS El cartílago de tiburón

El cartílago de tiburón es un producto natural controvertido y polémico, eficaz para unos y
placebo para otros, acerca del cual en los últimos treinta años eminentes científicos han
realizado y publicado no pocos estudios de laboratorio, y que cuenta asimismo con un
número considerable de experiencias satisfactorias para los usuarios de un método, de
riesgo escaso o nulo para la mayoría de adultos, complementario de los convencionales
para inhibir el desarrollo de tumores y otras afecciones degenerativas o asociadas al
envejecimiento.

En diciembre de 1991 el doctor I. William Lane, graduado en Ciencias de la Nutrición y
bioquímico, recibió del Food and Drug Administration (FDA, departamento que regula los
alimentos y fármacos) la patente nº 5075112 de Estados Unidos para la comercialización
como suplemento alimenticio del cartílago de tiburón. Sólo hay 3 patentes de uso
concedidas a la industria de alimentos dietéticos, que no suele solicitarlas como hace la
industria farmacéutica. El Dr. Lane considera que es difícil obtener patente para este tipo de
alimentos porque no es frecuente conseguir pruebas fehacientes sobre su eficacia: "Muchos
suplementos alimenticios son efectivos, pero demostrar su efectividad es difícil y a veces no
existen procedimientos para probarlos". Según el FDA un suplemento alimentario es algo
que se añade a los alimentos o a la dieta, los más conocidos son las vitaminas y minerales,
la fibra, el ajo y los aceites insaturados de pescado. Éstos y otros suplementos de la
alimentación están regulados por las normas de la FDA para los alimentos, no por las que
regulan los medicamentos.

La patente concedida al doctor Lane dice, entre otros extremos: "Este invento concierne en
general a un método y a una dosis para inhibir la angiogénesis o la vascularización en un
animal poseedor de pared intestinal, empleando una cantidad eficaz de cartílago de tiburón
puro y sustancialmente libre de tejido adherente, dividido en partículas especialmente
menudas para pasar a través de la pared intestinal en forma de suspensión e inhibir
así, entre otros, el crecimiento tumoral y las metástasis, la artritis, en particular la artritis
reumatoide, la retinopatía diabética y el glaucoma neovascular, la psoriasis y las
enfermedades inflamatorias con componente vascular".

Composición del cartílago
Un análisis químico simple muestra que el cartílago seco no adulterado de tiburón consta
aproximadamente de un 41% de ceniza, un 39% de proteína, un 12% de hidratos de carbono,
un 7% de agua, menos del 1% de fibra y menos del 0,3% de grasa. La ceniza está formada
por un 60% de calcio y fósforo, a razón de 2 partes de calcio por 1 de fósforo. Los niveles
elevados de calcio y fósforo son consecuencia de la calcificación del cartílago, sobre todo el
del espinazo. Aunque la proteína inhibidora de la angiogénesis es diluida hasta cierto grado
por el calcio, el fósforo, los hidratos de carbono y otros componentes naturales, estos
diluyentes presentan también un papel activo en el control de la enfermedad. Al ejercer un
efecto inmunorregulador y antiinflamatorio los mucopolisacáridos de los hidratos de carbono
complejos estimulan el sistema inmunitario, que trabaja sinérgicamente con la proteína, y el
calcio y fósforo orgánicos son utilizados por el metabolismo como sustancias nutritivas.

A diferencia de otros seres vivos, terrestres o acuáticos, el tiburón no tiene ni un solo hueso
en el cuerpo, su esqueleto está formado por cartílago puro. Los huesos tienen canales
microscópicos que permiten el paso de fibras nerviosas y vasos sanguíneos, de los que
el cartílago carece. Los tiburones poseen un sistema inmunitario potente y muy eficaz, sus
heridas curan con rapidez y no suelen presentar infecciones pues los anticuerpos de su
sangre combaten con éxito las infecciones bacterianas y víricas y le protegen de muchas
sustancias químicas letales para muchos mamíferos. El tiburón es una de las pocas
criaturas vivas que casi nunca enferma de cáncer, lo que podría explicarse por la abundancia
de cartílago en ellos.

William Lane afirma que las investigaciones efectuadas durante más de 30 años han
demostrado que al inhibir el desarrollo de los tumores, el cartílago de tiburón constituye
un tratamiento preventivo eficaz para el cáncer. Los estudios, de laboratorio y clínicos,
demuestran además que posee una sustancia capaz de controlar diversos trastornos
degenerativos o asociados al envejecimiento que como la artritis (inflamación de las
articulaciones), enteritis (inflamación del tracto o revestimiento intestinal), degeneración
macular, oclusión venosa de la circulación de la retina y retinopatía diabética (dilatación y
rotura de los vasos sanguíneos de la retina del ojo) y psoriasis (afección de la piel con
placas y escamas de piel muerta) derivan en cierto modo de la angiogénesis, es decir,
dependen de la formación de nuevos vasos sanguíneos.

Angiogénesis
Un tumor es un tejido nuevo formado por células que
proliferan sin control. Puede ser benigno o maligno,
en cuyo caso se extiende e invade los tejidos
normales de su alrededor y produce metástasis o
propagación a otros lugares del cuerpo a través de
los vasos sanguíneos y el sistema linfático. Los
tumores tienen y requieren un aporte rico de
sangre para su crecimiento. La angiogénesis o
vascularización es la formación de nuevos vasos sanguíneos o el reemplazo de los
lesionados en un tejido ya existente. Ocurre con muy poca frecuencia, durante la ovulación
y el embarazo, en la cicatrización de las heridas y fracturas y en ciertas enfermedades del
corazón y de la circulación, pero vuelve a ocurrir durante el desarrollo de un tumor o en otra
dolencia que necesite de la presencia de una nueva red sanguínea.

El cartílago es antiangiogénico porque la sustancia que inhibe la vascularización está
presente en el cartílago durante toda la vida del tejido. Hace más de 30 años quedó
demostrada la eficacia del cartílago de tiburón como inhibidor de la angiogénesis. También
la aparición de metástasis depende de la angiogénesis, las posibilidades de metástasis
se incrementan cuando aumenta el número de vasos sanguíneos. En opinión de cuantos
investigan y trabajan con el cartílago, al consumirlo entero se aprovechan sus cuatro
proteínas, muy activas contra la angiogénesis, y la capacidad inmunoestimulante y
antiinflamatoria de los mucopolisacáridos, produciéndose además un efecto sinérgico por
el cual el resultado es superior al conseguido usando cada componente por separado.

La doctora Patricia Amore (Facultad de Medicina de Harvard), el Dr. Michael Klagsbrun
(Hospital de Pediatría de Boston), y el Dr. Judah Folkman (MIT, Instituto de Tecnología
de Massachussets), entre otros, se muestran convencidos de que del estudio de la
angiogénesis pueden surgir terapias para muchas enfermedades. La angiogénesis
normalmente va asociada con funciones positivas del cuerpo como la cicatrización de
las heridas y el desarrollo embrionario, pero hay enfermedades que son causadas por
o dependen de la angiogénesis, motivo por el que proponen su denominación como
enfermedades angiogénicas: "La psoriasis, la retinopatía diabética, el glaucoma
neovascular, la osteoartritis, la artritis reumatoide y las inflamaciones son algunas de
las enfermedades más comunes asociadas con este proceso y que, por lo tanto, podrían
controlarse mediante la angiogénesis, en otras palabras, con el cartílago de tiburón".

Artritis
La artritis reumatoide o crónica es una enfermedad inflamatoria que afecta principalmente
a las articulaciones en forma de trastornos articulares, atrofia muscular y destrucción
del hueso y del cartílago. De gravedad variable, desde un malestar relativamente poco
importante y ocasional hasta un trastorno crónico que afecta a una o varias articulaciones
o una forma que ocasiona una invalidez total. La medicina poco puede hacer para curar
lo que ha sido dañado, los analgésicos ofrecen cierto alivio de los síntomas aunque su
administración crónica puede causar otros problemas relacionados con la salud, que
pueden llegar a ser graves. Tampoco parece haber regresión natural del daño, por ser el
cartílago uno de los tejidos más lentos del cuerpo en reemplazarse. La operación, con
prótesis total o parcial, produce una mejoría rápida y espectacular, pero es cara, emplea
recursos valiosos, no siempre tiene éxito total y comporta riesgos sobre todo en personas
mayores. Desconocida la causa de la artritis sí se sabe que el desarrollo capilar anormal
puede destruir el cartílago articular, por lo que parece haber en la raíz de la enfermedad un
proceso de angiogénesis crónico. De los estudios realizados con cartílago como único
tratamiento de personas con artritis se deducen muy buenos resultados.

Osteoartritis o artrosis
Es una enfermedad articular degenerativa, trastorno crónico muy frecuente que destruye
el cartílago de las articulaciones y afecta sobre todo a la zona lumbar, los brazos, las
piernas, los dedos, las rodillas y los hombros, en un proceso que prácticamente llega
a inmovilizar a muchas personas al ser el trastorno reumático más común del sistema
músculoesquelético. Al menos en parte la osteoartritis es consecuencia de una reacción del
sistema inmunitario que puede provocar una inflamación, hinchazón y síntomas dolorosos
donde existe una tensión excesiva que fragmenta el cartílago. También puede comenzar con
la degeneración y adelgazamiento del cartílago articular y la consiguiente invasión de los
vasos sanguíneos en el cartílago, que normalmente es avascular y no los tiene, produciendo
a la larga su calcificación: la angiogénesis acelera la destrucción del cartílago al ser
invadido por nuevos capilares, por lo que si se puede inhibir la formación de nuevos vasos
sanguíneos puede también detenerse la destrucción del cartílago. El cartílago de tiburón
administrado oralmente obstaculiza el proceso angiogénico y reduce significativamente la
inflamación y la inmovilidad y el dolor articulares, efecto que se produce debido en parte a
la gran cantidad de mucopolisacáridos que contiene y que actúan junto con las proteínas
inhibidoras de la angiogénesis, en un efecto sinérgico que impide una mayor destrucción
del cartílago. Diversos estudios clínicos efectuados en los últimos años, con personas y
con perros (para evitar un posible efecto placebo, más psicológico que real), en Bélgica,
Checoeslovaquia y Alemania, Estados Unidos, Costa Rica y México apoyan estas teorías:
los investigadores han comprobado que consigue reducir el dolor en un 70% de los casos
de osteoartritis y en un 60% de los de artritis reumatoide. Además, insisten, la doble acción
del cartílago, estimulación del sistema inmunitario e inhibición de la formación de nuevos
vasos sanguíneos, no obstaculiza otras terapias por drásticas o sencillas que sean y, lo
más importante, el cartílago de tiburón no tiene ninguno de los efectos secundarios propios
de los medicamentos más corrientemente utilizados.

Enteritis y trastornos oculares
Se ha empleado también con éxito la administración oral del cartílago ante la inflamación
de la mucosa del intestino delgado o enteritis regional: las personas ganan peso, energía
y optimismo. En otros estudios las personas afectadas de enteritis por candida albicans
respondieron rápidamente tras la ingesta de cartílago de tiburón, que también logra muy
buenas respuestas en todo tipo de inflamaciones intestinales.

En opinión de distintos investigadores, trastornos oculares caracterizados por la formación
de nuevos vasos sanguíneos en la retina y que pueden culminar en ceguera como la
retinopatía diabética, la degeneración macular o la oclusión venosa de la circulación
retiniana, están causados por la angiogénesis. En condiciones normales existen
mecanismos vasoconstrictores que actúan para prevenir la formación de microvasos, pero
al comienzo de la enfermedad esos mecanismos están algo deprimidos y aparece la
neovascularización. En la retinopatía diabética, por ejemplo, se dilatan y rompen los
microvasos que atraviesan la retina, roturas que dejan unos residuos que impiden la visión,
y también empiezan a formarse nuevos vasos sanguíneos, que se extienden por toda la zona
dañada del ojo, obstaculizando la visión. La degeneración macular, causa frecuente de
ceguera irreversible en mayores de 65 años, es el deterioro de la mácula lútea, una zona
de la retina cercana al nervio óptico que es esencial para una visión nítida. La degeneración
comienza por una proliferación de vasos sanguíneos por debajo de la parte central de la
retina, donde producen lesiones y cicatrices que finalmente conducen a la ceguera: es
fundamental la detección y eliminación precoz de esos vasos, ya que las células maculares
detectoras de la luz no pueden recuperarse después que la sangre filtrada ha producido las
lesiones. Se emplea rayos láser para cauterizar los nuevos vasos sanguíneos e impedir la
alteración de la retina, tratamiento que no es eficaz en muchos casos y que destruye también
parte de la retina, afectando por tanto a la visión. Los investigadores creen que puede
prevenirse estos trastornos oculares y el glaucoma neovascular o aumento de la presión
sobre el ojo debida a la angiogénesis, con la administración oral de cartílago de tiburón,
que puede actuar de manera preventiva o profiláctica, eliminando los vasos antes de que se
desarrollen.

Psoriasis y afecciones de la piel
La psoriasis afecta sobre todo al cuero cabelludo, codos y rodillas, pero también en el resto
del cuerpo. Se caracteriza por un desarrollo excesivo de la capa exterior de la piel, con
descamación, trastorno que podría depender de un desarrollo capilar anormal en la piel,
que produciría un aumento insólito de su grosor por encima de la red de capilares. Es
irregular y no muy eficaz la respuesta al tratamiento consistente en cremas y ungüentos
a base de corticoides, preparaciones con alquitrán de hulla y luz ultravioleta, y en casos
extremos medicamentos que pueden dañar el hígado. El resultado de la utilización del
cartílago en forma de crema o gel varía mucho según la psicología de las personas, que
suelen ser bastante pesimistas y escépticas respecto a sus posibilidades de curación,
porque han sufrido mucho y normalmente han probado muchos tratamientos sin éxito, pero
a la vez tienen la firme esperanza de que pueden curarse, combinación que hace difícil
asegurar un seguimiento constante. Se han aplicado preparaciones de cartílago, también
con éxito, a un buen número de personas en casos de alergias graves o irritaciones
producidas por plantas urticantes, y en otros trastornos de la piel como acné o prurito anal,
así como para prevenir reacciones alérgicas.

Precauciones
Por precaución no debe tomar cartílago de tiburón quien acaba de sufrir un ataque al
corazón, tampoco una embarazada que está construyendo una red de vasos sanguíneos
para alimentar al feto en desarrollo, ni las mujeres que desean ser madres porque el
cartílago podría obstaculizar la vascularización durante el ciclo menstrual. No debe usarlo
una persona sometida a una intervención quirúrgica importante, por necesitar nuevos vasos
sanguíneos para acelerar la curación, ni quien sigue un programa intensivo de esculturismo,
ni los niños por estar sus vasos sanguíneos aún en fase de desarrollo.

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