- Los espárragos deben consumirse recién comprados para degustarlos sin pérdida alguna de sus características sensoriales y nutritivas.
- Los de mayor calidad son los de tallos tiernos, pero firmes y consistentes, con las puntas carnosas, firmes y bien formadas.
- Hay que desechar aquellos espárragos deteriorados que presenten manchas grises o amarillas y cuyos tallos no crujan al frotarlos entre sí. Los jóvenes son tiernos hasta casi el final del tallo y permiten partirlos con facilidad haciendo una suave presión con los dedos.
- Si no se consumen de inmediato, se pueden conservar en el frigorífico envueltos en un paño húmedo durante dos días sin problemas.
- Los verdes o trigueros son más finos que los blancos y de sabor un poco amargo, pero son los más sabrosos. Para cocinarlos hay que separar la parte leñosa, y a veces rasparlos un poco y retirar las hebras. Se introducen en una cacerola alta, con agua hirviendo, agrupados en manojos para evitar que se rompan. Se añade una pizca de sal, un poco de azúcar y rodajas de limón.
De esta manera se cuecen las puntas mientras que las yemas se hacen al vapor, al ser más tiernas y necesitar menos cocción. Para que no queden lacios tras la cocción, lo más conveniente es sumergirlos inmediatamente en un recipiente con agua fría y
después se dejan escurrir sobre un paño limpio.
sábado, 2 de febrero de 2008
Algunos consejos prácticos sobre los Esparragos
en 9:19
Etiquetas: Alimentacion
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