Al combinar en una misma comida una sustancia grasa( la mantequilla) y una harina( el pan) , la glucosa del pan se metaboliza en forma de energía y parte de la grasa de la mantequilla será transformada por la insulina en grasas de reserva en vez de ser eliminada como ácido graso a través del intestino. Este proceso sucede cuando el páncreas libera mayor cantidad de insulina de la que es necesaria. Es el estado del páncreas el que establece la diferencia entre el individuo con tendencia a la obesidad propenso al hiperinsulinismo y aquel que puede permitirse comer cualquier cosa sin peligro de engordar. Esta es la razón por la que se considera adecuado evitar comer grasas junto a pan, pasta o cualquier otro carbohidrato en personas con tendencia al sobrepeso. Una alimentación hiperglucídica, con predominancia en frutas dulces, miel, azúcar blanco y bollería, puede conducir a una disfunción pancreática y un consecuente sobrepeso.
miércoles, 27 de febrero de 2008
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