domingo, 17 de febrero de 2008

Cómo Hacer Jabón de Miel y Oliva

Todas las recetas contenidas en este apartado tienen en común carecer del componente sin el cual no se puede elaborar el jabón verdadero: la sosa cáustica.

El motivo es que se trata de una sustancia que ha de ser manejada con mucha prudencia, ya que cualquier salpicadura produce una dolorosa quemadura.

Cómo Hacer Jabón de Miel y Oliva

Ingredientes:

- 10 cucharadas de jabón duro rallado
- 2 cucharaditas de miel
- l cucharadita de aceite de oliva

Modo de Preparación:

Ralla finamente el jabón con un rallador de cocina y ponió a fuego lento en una olla doble o un recipiente similar.

Revuelve con una cuchara de madera.

Una vez fundido añádele el aceite de oliva gota a gota.

Sigue removiendo la mezcla y ponle la miel.

Hiérvela durante unos minutos hasta que engorde.

No dejes de remover y viértela en un molde adecuado.

Cuando se haya endurecido (puede costarle varias semanas) estará el sustitutivo dispuesto para su uso.

Yo suelo hacerlo sin ningún perfume porque me encanta el aroma que deja la miel en la piel.

Es un hidratante extraordinario; cuando te lo extiendas por el cuerpo el agua correrá sobre él como si estuviera encerado.

No te preocupes, es así como debe de ser.

Sécate con una toalla y sentirás la piel deliciosamente suave y sedosa.

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