domingo, 17 de febrero de 2008

Cómo conseguir una Piel Sana

La obtención de una piel sana y atractiva exige el cumplimiento de algunas sencillas reglas, como son: limpieza, dieta equilibrada, sueño, ejercicio y un ritmo de evacuación regular.

La limpieza es la regla de oro. Nuestro organismo excreta numerosas sustancias de de-secho a través de la piel, que se depositan sobre Ia misma. Las partículas de polvo, el humo de los tubos de escape, el tabaco, los gérmenes presentes en el ambiente… todo ello contribuye también a castigar a nuestra piel.

La mejor ayuda que le podemos proporcionar es una limpieza suave. Puesto que el lavado diario —aunque beneficioso— elimina la mayor parte de los aceites naturales, la hummedad, e incluso la cubierta ácida protectora, estos elementos deberán ser repuestos mediante las sustancias activas adecuadas a cada tipo de piel.

También una alimentación equilibrada mejora el aspecto y el estado general. Una dieta sana, rica en proteínas, hortalizas y frutas frescas, es muy importante. Y un sistema ideal para mantener el organismo limpio de toxinas es beber varios vasos de agua al día.

Es preciso dormir lo suficiente cada noche, para levantarse con una sensación de completo descanso. La cantidad de horas de sueño precisas varia de una persona a otra. Cada uno conoce sus propias necesidades mejor que nadie.

Acerca del ejercicio, lo mejor es realizar un deporte que nos guste —siempre que se pueda, disfrutando al mismo tiempo del aire libre— y que no suponga un esfuerzo excesivo. Esto favorece la circulación y la oxigenación que precisan nuestros tejidos.

La mala eliminación de toxinas debido al estrenimiento se manifiesta en un color cobrizo, ojeras y manchas en la piel. Un par de higos secos o ciruelas pasas en ayunas contribuyen a regular el tránsito intestinal. También sirve tomar por la mañana una cucharada sopera de vinagre de sidra y otra de miel, mezcladas en una taza de agua caliente.

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