los aplastamientos vertebrales producen con más o menos intensidad una pérdida de altura de la vértebra y las hacen más frágiles. Pueden tener origen en procesos benignos como la osteoporosis, toma de cortisonas prolongada, alcoholismo, diabetes, o en procesos malignos como los tumores. Tanto el antecedente de traumatismo o no, junto a un examen analítico de rutina, permitirán sospechar la benignidad o malignidad de la lesión. En los casos de tumor maligno, también se ocasiona que las vértebras se vuelvan frágiles y sufran un aplastamiento. El cáncer de pulmón, de mama y de próstata son los que más frecuentemente producen dorsalgias por su capacidad de dar metástasis en el hueso. Las células tumorales invaden el hueso debilitándolo hasta producir la fractura del mismo y el colapso de la vértebra que se aplasta. El paciente generalmente se queja de dolor y de la aparición de una giba en la espalda. Llegando en algunos casos a producir una paraplejia por lesión de la médula espinal.
lunes, 10 de marzo de 2008
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