CONOCIMIENTOS BÁSICOS SOBRE MASCARILLAS

Las mascarillas faciales cumplen funciones de limpieza, restauración y nutrición de la epidermis. Pero antes de pasar a las recetas especificas para cada tipo de piel, se tendrán en cuenta estas recomendaciones generales.

Como paso previo, se hará una limpieza completa de cara y cuello para abrir los poros. Para ello se puede aplicar vapor. Para la aplicación bastan los dedos si la textura de la mascarilla lo permite, en caso contrario se puede emplear un pincel o una brocha suave. No se debe untar la boca, los ojos y los párpados.

Una vez ha sido aplicada la mascarilla, se colocan sobre los parpados algodones empapados en infusión enfriada de manzanilla o de tilo, que cubran los ojos cerrados.

Conviene adoptar una posición cómoda que permita una perfecta relajación durante el tiempo que la mascarilla deba permaneces aplicada. La posición óptima es recostada, con los pies ligeramente más altos que la cabeza.

Cada receta tiene un tiempo concreto de aplicación, transcurrido el cual se retira el preparado con agua tibia o fría, leche, o alguna infusión, según se determine. Normalmente esta oscila entre 10 minutos y media hora. Y se pueden aplicar una vez por semana