A la hora de la compra, hay que tener en cuenta que las alcachofas de mayor calidad y frescura son las más pesadas con relación a su tamaño y con las hojas bien apretadas. Una alcachofa fresca presenta un tacto firme y un color verde claro brillante, sin manchas negras. Es preferible consumirlas cuanto antes, pero pueden guardarse hasta tres días en el frigorífico siempre que se conserven los tallos.
Un consejo muy útil para evitar que se ennegrezcan las alcachofas antes de cocerlas o de freírlas, es ponerlas en un recipiente con agua fría y el zumo de medio limón, no más de medio, para evitar que la acidez enmascare su sabor natural.
Otro truco infalible, si se van a cocer y no se quiere añadir el zumo de limón, consiste en no echarlas todas a la vez. Al incorporarlas poco a poco, el agua no cesa de hervir y se oxidan menos, ya que cuando se enfría el agua parece que es cuando más fácilmente ennegrecen.
Cuando se vayan a cocer las alcachofas en agua, hay que evitar las cazuelas de hierro y de aluminio porque le confieren un desagradable color oscuro, alterando también sus propiedades.
lunes, 28 de enero de 2008
Algunos consejos prácticos sobre la Alcachofa
en 1:05
Etiquetas: Alimentacion
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