Aunque cuando está muy tierno se puede consumir en crudo –formando parte de una ensalada-, la manera más habitual de prepararlo es hervido o guisado, como plato individual o como guarnición de carnes y pescados.
Una de las ventajas del brécol es que no despide olor al cocinarlo.
Al adquirirlo, debes desechar las cabezas lesionadas o aquellas que muestren señales de deterioro, pues habrán perdido parte de sus propiedades nutritivas.
lunes, 28 de enero de 2008
Consejos sobre el Brecol
en 1:23
Etiquetas: Alimentacion
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